En el país europeo presumen que es probable el uso de este armamento en la represión de Ayotzinapa en 2011 donde murieron normalistas
Carmen Álvarez
19/05/2013 23:54
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo.- La justicia alemana tiene pruebas de la venta ilegal a México cuatro mil 814 fusiles de asalto G36, de los más mortíferos del planeta, aseguró Jürgen Grässlin, autor del libro que habla sobre tráfico de armamento Schwarzbuch Waffen Handel (Mercado negro y tráfico de armas, en español).
El autor dijo a Excélsior que va a ser muy difícil que la armería Heckler & Koch salga bien librada del juicio al que deberá ser sometida.
El también activista contra el uso de armas ligeras, que causan dos terceras partes de las muertes por arma de fuego en el mundo, expresó que éste ha sido el mayor escándalo de tráfico internacional de armas de los últimos 60 años en Alemania y que está salpicado de denuncias de soborno a prominentes políticos alemanes y a funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes estuvieron a cargo de la compra de los rifles.
Armas ligeras se les denomina a algunos revólveres, pistolas, subfusiles, escopetas, carabinas, fusiles de asalto, rifles, ametralladoras y granadas que pueden ser cargadas por soldados.
En conversación telefónica desde Friburgo, en la sureña provincia alemana de Baden-Wurtemberg, Grässlin dijo a Excélsior que por primera vez desde hace tres años en que presentó su denuncia penal contra esta firma mundialmente conocida como H&K, sus directivos reconocieron que empleados suyos cometieron ilícitos en México.
El tema conmocionó a la opinión pública de Alemania, dijo, porque ocurrió durante uno de los periodos más sangrientos de la historia reciente de México.
“Esto es sólo el principio, mucha gente va a tener que ir a la Corte y a prisión. Las fichas van a ir cayendo como en el dominó, una tras otra”, dijo el también presidente de la Red de Acción contra las Armas Ligeras, que el 19 de abril de 2010 presentó una denuncia penal contra la armería.
La revista Der Spiegel, que ha difundido el caso en toda Europa a través de sus tirajes semanales de un millón de ejemplares, reportó este acontecimiento diciendo que al fin la firma H&K admitió sus envíos ilegales de fusiles tipo G36 a entidades federativas de México: Chiapas, a Chihuahua, Guerrero y Jalisco.
“Éste es un acto criminal, de acuerdo con la legislación alemana. Dar estas armas a la policía de esas provincias (estados) de México fue un delito porque en Alemania había una prohibición de venderles”, dijo Grässler.
Y precisó que la Oficina Federal de Economía y Control de Exportaciones de Alemania así como la ley de exportación habían expresamente prohibido la venta de armas a esos estados debido a que había denuncias de que en ellos se perpetraban continuas violaciones a los derechos humanos.
Pero hace menos de un mes la confesión de la armería que produce los mejores fusiles de asalto del mundo, aterrizó discretamente en el tablero de avisos al personal de su planta de Obendorf am Neckar bajo la forma de una escueta “Comunicación de la Junta del 24 de abril de 2013”, cuya imagen y contenido fueron reproducidos por el diario local Neue Rottweiler Zeitung (NRWZ) en su edición del 5 de mayo.
El aviso se limitó a señalar que había fuertes “sospechas” de que dos empleados de toda la vida habían facilitado el envío ilegal de las armas en interacción con un representante de ventas en México.
“Esto fue hecho arbitrariamente por el empleado, sin el conocimiento y la voluntad de otras personas de la empresa”, decía el documento que anunció el despido de los dos empleados involucrados y la realización de una investigación interna a profundidad.
Pero Grässlin no les cree a los directivos de H&K porque considera imposible que el escándalo que cimbró a la opinión pública alemana, y que reiteradamente han achacado a su contraparte mexicana, haya ocurrido sin el conocimiento de las altas esferas de la empresa.
“Heckler & Koch está diciendo que hay un miembro de su equipo de armamentos que ha cometido ilícitos y que hay una secretaria de nivel medio en Obendorf donde Heckler & Koch tiene su sede, pero yo pienso que esto es incorrecto. Está bien que corrieran al empleado y a la secretaria que actuaron incorrectamente en México. Pero el equipo que viajó a México estaba formado por cuatro personas”, dijo.
Grässlin relató que uno de los cuatro integrantes del equipo de armamentos de H&K le dijo que dejaba la compañía diciéndole: “Había actos ilegales, acciones ilegales y no soporto esto.
“Los otros tres, en mi opinión, deben comparecer ante la Corte porque no tenían autorización de hacer eso. Además debe haber en la planta de Obendorf directores y uno de ellos debió estar al tanto de lo que sucedía. Y tal vez él mismo ordenó el negocio ilegal porque debió organizar todo ese negocio de armas ante el Ministerio de Economía. Y, no estoy muy seguro, pero debió ser la persona que firmó las autorizaciones de los vuelos de avión y de las estancias en el hotel”, expuso.
Agregó que tiene conocimiento de que al menos dos miembros del grupo de H&K que viajó a México visitaron dos de las entidades federativas en las que, de acuerdo con las leyes germanas, era ilegal vender el armamento. Una infracción que en Alemania se paga con una prisión de dos a diez años.
Relató que estuvieron allí mostrando a la policía cómo se usan las G36, y que incluso dispararon el rifle. Lo cual está prohibido porque estaban en una región que era ilegal para los alemanes. Agregó que tiene en su poder evidencias de lo sucedido y que también entregó abundantes evidencias a los órganos de justicia de su país.
“Yo tengo muchas evidencias, una de ellas es un papel de una persona de la Academia de Policía y Vialidad del Estado con fecha del 26 de noviembre de 2008 en Guadalajara, Jalisco, que dice que hubo una conferencia para la policía sobre cómo se debe usar esa arma”, dijo.
Y agregó que empleados disgustados con los ilícitos que se han perpetrado en la firma acuden a él para informarle de las irregularidades y que esa información le ayudó a escribir muchas páginas sobre el tráfico de armas en México para su libroSchwarzbuch Waffen Handel que ya está a la venta, que ya dio a conocer, pero que presentará de manera formal en unos días más.
Mencionó también que uno de esos informantes abandonó su empleo en H&K al ver que los negociadores de la venta de rifles a México estaban violando las leyes alemanas y que entonces aportó muchos datos y documentos que ahora están en poder de la justicia.
“Dijo que hay corrupción en México y que los alemanes ’dimos’ dinero por cada rifle que llegara a los cuatro estados prohibidos: De 20 a 25 dólares por cada uno. Las armas eran entregadas a un general de apellido Aguilar en la D.C.A.M. (Dirección de Comercialización de Armamento y Municiones de la Sedena)”, relató.
A eso obedeció, dijo, que casi la mitad de las nueve mil 652 armas que se fueron enviando a México en 2006, 2007, 2008 y 2009 fueran a parar a donde no debían: los cuatro estados a los que el ministerio de Economía alemán había prohibido expresamente que se enviaran debido a las violaciones a los derechos humanos.
Unos cuatro mil 814 rifles de asalto, que en su mayoría fueron enviados a Chihuahua, que recibió dos mil 113, Guerrero adquirió mil 942, Chiapas 561 y Jalisco 198. Grässlin comentó que, hasta donde él sabe, la máxima autoridad de la Embajada de Alemania en México no sabía lo que estaba sucediendo con la misión de H&K en México.
A fines de 2011, los estudiantes Alexis Herrera y Gabriel Echeverría de la Normal de Ayotzinapa fueron asesinados tras un intento de desalojo por fuerzas policiacas de Guerrero cuando realizaban una protesta en la Autopista del Sol. John Mathias, experto en balística de Amnistía internacional, dijo al diario Die Tagezeitung que muy probablemente se usaron fusiles del modelo G36 para combatir la protesta.
Fiscalía de Stuttgart indaga a un sospechoso
Desde Stuttgart, la capital de Baden-Wurtemberg, la entidad federativa donde se encuentra la planta de H&K, Claudia Krauth, vocera de la Fiscalía de Stuttgart informó en un correo electrónico que la justicia tiene en su poder a un sospechoso de hacer posible la entrega de las armas de alto poder a los cuatro estados de México que tenían prohibido recibirlas, de acuerdo con la ley alemana.
“Ahora se está comprobando si una persona, que está sujeta a la justicia alemana, fue la responsable de asegurar que las armas aparecieran en las provincias (mexicanas) que enfrentaban disturbios”, dijo Krauth.
Krauth mencionó que Heckler & Koch produce en Alemania pistolas y armas que entrega con toda legalidad, es decir, con las aprobaciones de las autoridades, “incluso de México”.
“Sin embargo, algunas provincias de México están excluidas de esta autorización de envío. No se deben entregar armas allí”, dijo.
Ubican ruta de tráfico EU-Centroamérica
El tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México y Centroamérica incluye rutas de ida y vuelta a través de México hacia la región, o de Guatemala hacia México, indicó un reporte del centro de investigación Wilson Center.
Las armas llegan a México desde Estados Unidos y desde Centroamérica, pero también cruzan México para llegar a las naciones centroamericanas, en especial Guatemala, informó el reporte, elaborado con base en datos de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) estadunidense.
De acuerdo con el informe, firmado por el especialista Colby Goodman, del Wilson Center de Washington, el tráfico es mucho más complejo y en él aparecen lo mismo pandilleros maras que trafican con granadas y municiones sustraídas de arsenales militares de Guatemala o El Salvador, que viejos cohetes y fusiles de las guerras de los años 80.
Se mencionan armas que llegan desde Estados Unidos a través de México y enviadas de contrabando en cargamentos de productos electrónicos o directamente en contenedores de autos usados, por ejemplo.
El volumen del tráfico de Estados Unidos hacia Guatemala es considerable, pero compite con los robos ocurridos de los arsenales militares equipados precisamente por Estados Unidos o del armamento “flotante”, sea del conflicto en Colombia o los restos de las guerras en Nicaragua y El Salvador.
El estudio recordó que las armas llevadas de fuentes estadunidenses constituyen al menos 40 por ciento de una muestra tomada en 2009 de un solo almacén de armas confiscadas por las autoridades guatemaltecas.
El reporte se hace eco, si bien en términos distintos, de los reclamos de algunos grupos que como la Asociación Nacional del Rifle y algunos analistas de la organización Stratfor, respecto a que los cárteles obtenían muchas de sus armas en países centroamericanos.
En 2010, un estimado indicó por ejemplo que al menos 27 mil armas habían salido de los arsenales del Ejército guatemalteco hacia redes criminales guatemaltecas y mexicanas.
Algunas o muchas de esas armas habían sido recolectadas para destrucción, luego de los acuerdos de paz que pusieron fin a la virtual guerra civil en Guatemala, donde en 2010 se estimaba que llegó a haber siete rifles por soldado.
Pero el flujo al revés también es notorio, indicó Goodman, al recordar que al buscar asentarse en Guatemala para asegurar sus rutas de suministro de cocaína, Los Zetas han llevado consigo sus armas –de origen estadunidense– y sus tácticas.
El reporte del Wilson Center revela también que “las autoridades guatemaltecas capturaron 46 objetos explosivos de origen estadunidense en años recientes, desde granadas de mano M-67 a granadas M-406, de 40 milímetros, y un cohete M-72 contra tanques ligeros. Excepto por el cohete M-72, que Estados Unidos vendió a Colombia, la mayoría de esos objetos fueron parte del programa de ventas militares estadunidenses al exterior para El Salvador al final de los 80 y principios de los 90.
El reporte detalló que los principales estados estadunidenses en los que se originaron los cargamentos de armas para Guatemala fueron Texas, California, Florida, Georgia y Arizona (Texas y California son fronterizos con México), todos ellos con importantes poblaciones de origen guatemalteco.
El reporte estimó que poco más de la mitad de las armas que llegaron ilegalmente a México desde EU son rifles de asalto y al menos 15% más fueron armas largas de otro tipo, incluso Barrett .50 para francotirador, escopetas y otros rifles.