- Primera parte de la serie dedicada al Chaos Communication Congress
- El Congreso fue celebrado del 27 al 30 de diciembre en Berlín, Alemania
El Chaos Computer Club celebró en Berlín la edición número 28 de su legendario Chaos Communication Congress. Como siempre, conseguir un boleto fue una verdadera odisea pero afortunamente y por tercer año consecutivo pude asistir a uno de los eventos hacker más influyentes e interesantes que existen en torno a la convergencia de sociedad, utopía, política, información y tecnología en Europa.
Bajo el tema de “Behind Enemy Lines” este año la conferencia se concentró en gran medida en abordar los ataques a la libertad de expresión, las armas digitales producidas por países “democráticos” y comercializadas en régimenes autoritarios y la discusión acerca de la ficción en torno a la llamada cyberseguridad que se ha propagado a raíz de las protestas en Medio Oriente, el aumento del secretismo gubernamental (y los leaks de respuesta) y el incremento de la corrupción institucional en torno a las legislaciones de copyright.
En teoría, tendría que empezar con un poco más de contexto acerca del evento y los detalles, pero dejaré eso junto con mis fotos y vídeos para primero hablar de una de las charlas más importantes que se llevó a cabo y la cual merece atención extra especial, en vísperas de SOPA y la escalada de los ataques al internet por parte de gobiernos “democráticos”, dictaduras y la industria del copyright por igual.
El primer día del congreso tuvo lugar la conferencia “La guerra contra el cómputo con fines generales: las guerras del copyright fueron solo el principio” de Cory Doctorow, una reveladora y escalofríante proyección de lo que nos depará un futuro hiperconectado a través de un aparato de uso cotidiano: tu computadora.
Doctorow comenzó dejando claro que su charla no se iba a concentrar en copyright, sino en cómputo en general, lo cual nos lleva al copyright. (!) Cory recapituló como desde los días del floppy y el BBS, la gente siempre ha encontrado la forma de darle la vuelta a obstáculos para controlar la copia de información. Los último 20 años, las legislaciones de internet han estado dominadas por el debate en torno al copyright, un sistema de propiedad que él (y muchos) considera que “generalmente ya no es importante para nadie”, sin embargo, sus defensores al ser incapaces de innovar y después de que todos los Parlamentos y Congresos han introducido una y otra vez “estúpidas de leyes de copyright” — la única forma que encuentra la industria para vender su información siempre involucra control sobre la forma en la cual usamos nuestras computadoras.
Cory señala atinadamente que de la misma forma que hemos visto como los extremistas de la propiedad intelectual pretenden proteger su negocio por medio del control en la forma en la que se distribuye información, lo que veremos en relación con el uso cotidiano de las computadoras, será un control similar pero éste tomará la forma de vigilancia y censura.
Doctorow describe a los dispositivos cerrados y que fomentan el control (como el Ipad) como electrodomésticos, no computadoras, mismos que considera aparatos diseñados para realizar una función, no más. Es decir, una licuadora o un tostador no hacen nada más que licúar o tostar, lo mismo sucede con las tecnologías cerradas: puedes hacer esto o aquello, pero no lo que tú quieras como lo permite tu computadora.
Los electrodomésticos que Cory describe junto con las plataformas web, hicieron más fácil vender, comprar información y las formas en las que se pueden cobrar por ello.Super ofertad tipo: “películas por un euro”, “puedes comprar música en tu país pero no en este” “puedes escuchar tu música en tu Ipod pero no en otros Ipods”. ¡Economía de la Información!, “whatever the hell that means” dijó Cory.
Después de una sátira acerca de la futilidad de las leyes y tratados para detener un proceso de copia digital que cada vez será más fácil, Doctorow nos da su teoría:
Es posible no ser un experto y crear una buena ley. [..] Los representantes son elegidos para representar gente, no temas. [..] Si quiero que la ONU regule una rueda, surgiría el tema de que los ladrones de bancos utilizan carros de cuatro ruedas. Ante la pregunta de que sí se pueden crear ruedas para usos legítimos, la respuesta sería no. No es posible crear ruedas que sean inútiles solo para los malos. Sería tonto sacrificar los beneficios que la rueda ofrece para todos para detener a los ladrones de bancos.Pero aunque todo nos parezca muy claro, la realidad es que:
La guerra del copyright es la versión beta .09 de lo que esta por venir. SOPA exhibe un nivel de estúpidez que normalmente solo se encuentra en el núcleo de estrellas recién nacidas.Doctorow considera que fenómenos sociales como Anonymous y Occupy, son aún muy nuevos y por lo tanto no tenemos un vocabulario para poder describirlos correctamente. Pero éstas y otras disrupciones sociales (y no en sentido negativo) al status quo, junto con el uso del cómputo en general que ellos y todos hacemos, van a llevar inevitablemente a que se prohiban ciertas rutinas, instrucciones de cómputo y protocolos — y tal como sucedió con el DRM —, Cory augura su fracaso. El problema es que la “inefectividad de los planes de censura hacen que ellos traten con más fuerza sus ineficaces remedios”.
El hecho de que no existe tal cosa como la brujería no detuvo a nadie de quemar muchas brujas.La realidad es que todo el spyware, como la tecnología de la empresa americana Blue Coat utilizada en Siria y otros trojanos federales de los que escúchamos cada vez más con más frecuencia, van a ser algo más común. En el Congreso de hecho, el intelectual “anti-intelectual”, Evgeny_Morozov, dió una charla al respecto de la cual les platicaré más adelante.
Las compañías no necesitan mucha libertad… China es una prueba de que puedes tener un mercado vibrante sin tener libertades.
Mi único criticismo a la magnífica ponencia de Doctorow, es la ligereza con la que mencionó que la guerra contra el copyright es tan efectiva como la guerra contra las drogas. Y no por que no sea cierto, sino porque hoy por hoy no es posible hablar de la guerra contra las drogas sin mencionar a sus víctimas y el hecho de que está sepultándo a un país entero en un espiral de violencia, corrupción e impunidad que ha cobrado hasta el momento 60 mil muertos y contando. Hablo de México, claro. Una voz tan respetada y coherente como Cory, en mi opinión, debería de evitar caer en el mismo lugar que lo ha hecho el lobby del copyright y los servidores públicos que trabajan para ellos.
La conclusión: los gobiernos y la industria del entretenimiento estan aterrados del internet.
Le temen al internet por la disrupción que provoca. No pueden estar más asustados.Y por esto, Doctorow nos insta a todos a apoyar y fomentar el uso y producción de tecnologías libres y abiertas. Depende de nosotros en gran medida detener el fascismo algorítmico. Un reto para todos.
En los próximos días les platicaré más acerca del Chaos Communication Congress y los magníficos proyectos y utopías que compartieron las mentes más brillantes de nuestra generación durante 4 intensos días de paraíso geek, hacking, imaginación y acción.
Imagen Geraldine Juárez
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