Hoy está ya generalmente aceptado que la crisis económica internacional tuvo su origen en el área financiera de EE UU y se extendió internacionalmente con la vigilancia de las agencias de rating (Moody, Standard & Poor's y Fitch).
Como medida mínima, un ciudadano normal europeo esperaría que se le hubiera retirado la licencia para operar en la UE. Irónicamente, a pesar de su comportamiento, desde luego ausente de ética y presuntamente fraudulento, hoy esta compañía sigue siendo juez de las deudas soberanas europeas.
La desesperada situación griega actual nace, en parte, por las falseadas cuentas griegas de la legislatura anterior, con el asesoramiento de la firma Goldman Sachs. Esta citada compañía no solamente sigue operando en la UE sin ninguna sanción, sino que su entonces presidente ejecutivo en Europa, Mario Draghi, es hoy el nominado para sustituir a Trichet en el BCE. "Cosas veredes, amigo Sancho".
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