Mientras que a diario se nos dice en la prensa los opíparos sueldos que se asigna la clase política, resulta que para los pobres no hay pan.
Pascual Mogica
Decir a estas alturas que muchas son las familias que ya han traspasado el umbral de la pobreza adentrándose cada vez más ella, no deja de ser una obviedad, pero la realidad de las cosas siempre debemos tenerla presente y por ello se hace necesario que a la vista de todos se ponga a aquellos que dicen tener soluciones para una vida mejor, me refiero a la vida terrenal, no a la que nos prometa la Iglesia católica, y hay que hacerlo con pelos y señales para que todos se den cuenta de la hipocresía y del cinismo que son una constante en ellos.
Desde el Partido Popular, su líder Rajoy, no cesa de proclamar que no habrá recortes sociales cuando la realidad, viendo su forma de actuar, nos dice que en el Partido Popular irán más allá de recortar el gasto social. El pasado día 23 el diario El Plural nos daba cuenta de que la Xunta de Galicia que preside el “popular” Alberto Nuñez Feijoó, ha ordenado a los directores de los colegios públicos que prohíban el acceso al comedor a los alumnos que tengan alguna deuda, “por mínima que sea la cantidad”, con el centro, independientemente de las “circunstancias económicas o personales” de la familia, según manifiesta el citado diario que puntualiza la instrucción enviada a las escuelas.
Cuando se da el hecho de que en España, debido a la crisis, hay cientos de miles de familias que han pasado a ser pobres, muchas de ellas de solemnidad, mientras que a diario se nos dice en la prensa los opíparos sueldos que se asigna la clase política, resulta que para los pobres no hay pan. Cada vez tengo menos, pero también diría que más, claro que es lo que quieren decir con esa frase de “hay que acabar con los pobres”. Evidentemente no se refieren a acabar con la pobreza sino a acabar con la gente pobre por inanición, eso está muy claro. Los pobres molestan, hieren la vista, de aquellos que tienen en sus manos la riqueza y el poder, poder que no utilizan para acabar, o al menos mitigar, la pobreza y por tanto el hambre. Resulta estremecedor leer en el diario de referencia que la Consejería de Educación exige con claridad a los directores de los colegios mano dura en este asunto. “Las direcciones de los centros deberán verificar que los usuarios acerquen el justificante de pago a la Administración. Quien no lo acerque no tendrá derecho a utilizar el servicio y la dirección del centro deberá prohibirles el acceso”, afirma en su circular.
Se necesita ser desalmados para negar el pan a los que por circunstancias, motivadas por una crisis mundial, de la que los ciudadanos no son culpables sino el colectivo de políticos que dirigen el mundo. ¿Qué harán con esos niños que sus padres están sin trabajo y sin cobrar ningún tipo de subsidio y que si algo cobran no les llega ni para lo más necesario? ¿Se les condena al hambre? Menuda caterva de inútiles juegan con el destino de los ciudadanos de este mundo. No hay medios económicos para dar alimentos a aquellos que no disponen de trabajo y por tanto de dinero, pero si lo hay para pagar el sueldo a aquellos amiguetes “enchufados” que en la mayoría de los casos son verdaderos parásitos que están chupándole la sangre a la sociedad. Y encima te dicen que no van a haber recortes sociales como asegura Rajoy. Es de esperar que lo que queda de la izquierda actúe de forma distinta a como lo hace, como en este caso, la derecha.
Lo importante es solucionar la vida terrenal de las personas, porque de existir la vida celestial, esa ya se la han ganado con creces los que han pasado por todo tipo de situaciones siempre adversas y a cuál de ellas más terrible, dura y cruel, como es el caso de los pobres.
Diario SIGLO XXI.com
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